6/6/13

Un festival más allá de los géneros: Festival Distritofónico 2013


“¿No invitan a Asdrúbal porque es muy ruidoso? Bueno, entonces hacemos un festival, y este año traemos al más ruidoso de todos, invitamos a Marc Ribot.” Asdrúbal, o La papayera del infierno, como fue llamado en una de las escasas ocasiones que sonó en radio, es el primer proyecto de La Distritofónica, al que ningún festival quiere invitar. Desde hace ya casi diez años definió el espíritu de este Colectivo: el deseo compartido de trabajar por lo que a uno le gusta y por abrirle las puertas que nadie más le va a abrir. Cuando le oímos a Jorge Sepúlveda presentar así al primer invitado del Festival Distritofónico 2013, en El Orejón decidimos hacerle una entrevista a su directora, Mange Valencia, que no puede dejar de sonreír al hablar del Festival, como le ocurre cuando está en el escenario con su saxofón terciado.

El Orejón Sabanero: Este año llegan a su tercer festival, ¿qué celebran los festivales Distritofónicos?

Mange Valencia: Se celebra el trabajo de La Distritofónica, básicamente, y el de mucha gente que está cerca. También el de influencias que hemos tenido, como Benjamin (Taubkin), que vino el año pasado. O de gente, como en el caso de este año con las propuestas latinoamericanas invitadas, que está en lo mismo que nosotros pero en sus respectivos países: haciendo música, experimentando con diferentes sonoridades, ampliando una escena que viene del underground. También buscamos crear una red, o por lo menos esa es mi idea, una red con especies de distritofónicas o de gente que está en las mismas que nosotros en otras partes del mundo.

OS: ¿Qué ha implicado para el Festival Distritofónico desarrollarse en una ciudad en la que hay varios festivales musicales?

MV: No solo desde el Festival, sino también desde la escena en general, es todo un reto, porque a pesar de que la oferta musical en Bogotá ha crecido bastante en los últimos años, la música que nosotros hacemos no tiene un público extremadamente amplio.

Encontramos muchos festivales, claro, de jazz, de rock, de música electrónica, de salsa, etcétera, pero siempre está eso de “el festival de tal género”, o “de tal género”, y lo que queremos con el Distritofónico es romper con esa barrera, y también ir a las ofertas musicales que no han sido muy explotadas, en el país por lo menos. Entonces ese es nuestro reto, la idea es crecer cada vez más y posicionarlo como un festival bien grande. Aunque ya lo es: ha crecido bastante en público, en oferta musical, pero queremos que crezca como El festival de música de Bogotá, paralelo a muchos otros, claro, pero como una escena bien grande a nivel capitalino.

OS: ¿Ha favorecido a la gestión del Festival Distritofónico el nombramiento de Bogotá como una de las ciudades creativas de la música en el mundo, por parte de la Unesco, el año pasado?

MV: Sí, hemos tenido una fuerte conexión con Idartes, y con la Secretaría (de Cultura, Recreación y Deportes), y con toda esta propuesta de Bogotá Humana. Y desde estas entidades encargadas de promover este nombramiento, sí creo que ha influido en lo que va a ser el Festival este año.

OS: ¿Qué otros apoyos forman parte del Festival Distritofónico?

MV: Una cosa muy importante es que nos aliamos desde el año pasado con la Corporación Artefacto y ellos nos ayudan en toda la parte de producción del festival. Es una alianza muy chévere porque ellos aportan su experiencia en la producción, y nosotros aportamos desde el lado artístico. Es un buen equipo de trabajo, indispensable para el Festival.

Otra cosa importante fue que ganamos un apoyo de Ibermúsica, que es un apoyo que el Ministerio de Cultura abrió por primera vez para música el año pasado. Ganar ese apoyo nos permitió crecer mucho, y medirnos a hacer un festival más grande, con más invitados internacionales. Como el premio era un intercambio con los países que hacen parte de este convenio, países iberoamericanos, entonces este año vamos a traer una propuesta de Méjico, una de Brasil y una de Argentina. También dos de Estados Unidos, que no hace parte del convenio de Ibermúsica, pero haber ganado esto no solo implicó recursos sino también apertura, algo importantísimo.

Entonces contamos con el apoyo de Ibermúsica, de Idartes, y de toda una red de gente que está cerca a nosotros y al trabajo que hemos venido haciendo. Contamos con Matik, con Latino Power; están Radiopachone y Radio Mixticious, tenemos la gente de La Canasta, que es una gente que vende mercados orgánicos, que el año pasado también nos ayudó con los refrigerios, está el Hotel La Casona del Patio, Life & Water, Festina Lente Discos… Es una red de personas que nos apoyamos mutuamente, sin las que no podríamos organizar la cosa. También hay aliados de prensa que el año pasado tuvimos, este año estamos todavía en las conversaciones. Hay un montón de gente aparte solo de nosotros y de Artefacto que hace posible el Festival. El León de Greiff…. Bueno, siempre se le olvida a uno nombrar cosas.

OS: Los festivales suelen apuntarle a consolidar públicos, ¿cómo ha sido esto para el Festival Distritofónico?

MV: Me parece que la gente, y por eso también es importante lo de los aliados que decía ahora, está muy ligada a lo que botan los medios masivos. Si nosotros sonáramos un montón en los medios masivos seguro a nuestro festival iría mucha más gente. Pero hay que darle la opción a los públicos de abrirse también, decirles: vea, hay esto, y no solo pasa en un nicho chiquito, sino que es más grande. Por eso también la difusión desde nuestro lado es muy importante, tratar de ir a todos los medios posibles y que la gente se entere, “ah vea, ¿qué es esto, Distritofónico? ¿Y dónde pasa, y qué será esto, de qué se trata?”, dar la opción a la gente, porque muchas veces eso es lo que pasa, uno dice “no, es que la gente no viene”, pero la gente no viene es porque no se entera, porque uno está siempre como circulando en los medios de uno. El año pasado salió una página entera en El Espectador, anunciada en primera página, y este es un medio que le llega a mucha más gente aparte de los círculos en los que uno habitualmente se mueve. Entonces la idea es seguir apuntándole a todo. Yo personalmente estoy abierta a quien quiera ayudar, desde donde se pueda difundir, porque lo que queremos es mostrarle al público: vea, esto pasa en el mundo, ahora, en 2013, hay gente que está haciendo estas cosas, y gira por todo el mundo, y toca en miles de festivales, en sus países y afuera, y no es que sea un capricho nuestro, sino que es lo que de verdad pasa. Se trata también de no quedarnos estancados en esas grandes leyendas de hace 30 años, sino renovar con lo que se vive al diario en nuestra ciudad.

OS: ¿Cómo funciona la curaduría?

MV: Tenemos un comité desde el año pasado, que somos gente de La Distritofónica, en conjunto con los de Artefacto, y básicamente nosotros decidimos. Hay acuerdos y desacuerdos entre nosotros, pero la idea es que no sea yo quien decida sola, sino que haya varios puntos de vista en conjunto. También decidimos viendo qué proyectos son más viables, porque a veces uno dice “quisiera que viniera tal”, bien, chévere, pero entonces hay que ver cuánto me vale, ¿y sí están las fechas disponibles?, ¿y sí tiene la disposición, tanto de tiempo como de actitud para venir?... Y según eso es que vamos seleccionando. Pero sí es básicamente, un comité interno. Este año cada uno hizo una propuesta, las discutimos y las votamos.

OS: ¿Y qué tal la experiencia de dirigir este Festival?

MV: Mientras se esté organizando siempre piensa uno dos veces, bueno, ¿en qué me metí? Me pasó el año pasado y al final quedé muy contenta con el resultado y entonces dije sí, el año entrante vamos con toda, y este año cuando hay altibajos vuelvo a pensar, ¿en qué me metí?, pero cada vez que se van solucionando las cosas, pienso, qué nota, qué bueno poder hacer este festival, haber visto cómo crece un espacio que a mí me parece importante, bien necesario para la ciudad. Lo que te decía al principio, festivales de música hay muchos, pero nosotros no hemos encontrado un festival que digamos “nos gusta, queremos tener esta programación, sin barreras musicales, sin géneros”. En ese sentido, me parece bien importante.

OS: ¿Cuáles son las actividades preparadas para este año y en qué espacios?

MV: Tenemos una serie de talleres, o más bien, de laboratorios, conciertos y una fiesta de cierre. Los espacios van a ser Matik-Matik, el León de Greiff, el Teatro La Quinta Porra, que es un teatro en La Candelaria que está dirigiendo Omar Porras, y tiene toda una nueva propuesta, y Latino Power (antiguo Boogaloop), donde es la fiesta de cierre. La programación está en nuestra página: http://festivaldistritofonico.com/, y si quieren más información, nos pueden escribir a ladistritofonica@gmail.com


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